Estaría yo en mi primera década de vida cuando lo conocí. Casi nada El abuelo Marcelino desde Santa Eulalia o bien me los traía o me los hacía llegar. TBOs de todas clases que a mí me encantaban. El clásico TBO y éste y otros con su nombre, pero todos llenos de aventuras. Y el Jabato. El capitán Trueno siempre acompañado por Crispín y Goliat y por su novia, Sigrid la reina de Thule que debía estar por arriba de Europa. Qué tiempos aquellos, todavía en la niñez entrando en la juventud y ya pasando todo el día en el campo cuidando a un pequeño rebaño de ovejas con sus crías. No, el campo no era lo mío y posiblemente nada lo sería pues en aquellos años y lugar, desconocíamos todo lo que en el mundo exterior se cocía u ocurría. Lo pienso ahora pero siempre ha sido así: no se añora o echa de menos lo que se desconoce. Con creces se nos ha mostrado posteriormente. Tanto, como para hacernos añorar la ignorancia, que no lo que la producía.
