Sr.Director,
Ante
la villanía cometida hoy por el tribunal supremo condenando al Fiscal
General del Estado, la indignación que me embarga hace que muchas ideas
malsanas invadan mi mente.
Esto
es un golpe de estado en toda la regla maquinado desde hace mucho
tiempo. Ante el, me surgen dos respuestas, ideas o conclusiones al
margen de la justicia ejemplar que emplearía para premiar a esos
delincuentes con toga y puñetas.