"Recuerde
el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el placer;
cómo después de acordado
da dolor;
cómo a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor".
Jorge Manrique.
De cuando en vez, vuelve la melancolía, para hacernos la puñeta y amargarnos el día.