Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

jueves, 6 de marzo de 2025

MORIR DE O POR AMOR

 El reciente hallazgo de los cuerpos del actor Gene Hackman y su mujer Betsy Arakawa ha levantado toda suerte de conjeturas sobre su muerte. Y muchas otras cosas. He leído que podría haber sido por amor, vulgar suicidio. Pero si quienes tienen la obligación de averiguar el motivo del deceso no tienen ni puta idea, no seré yo quien aventure, a miles de kilómetros de distancia, tal desenlace.

¿Se puede morir de tristeza, nostalgia, amor? Sin duda. Leyendas al margen. Todo eso pertenece al más íntimo acerbo personal. Nadie o casi nadie se expone a descubrir sus más íntimos sentimientos. Esos sueños perturbadores que por el día te pueden hacer maldecir a la persona que los genera, si persisten a lo largo de las noches y los años, pueden llegar a cansar por cuanto no son deseados pero sí inevitables. No puedes luchar contra ellos y generan odio. Pueden llegar a ser odiosos. Como tu presencia en el trabajo que abandonaste hace decenios. Tu subconsciente, vaya cabrón, te traslada a la fábrica con imágenes y situaciones a veces fantasmagóricas. Lo mismo que anteriormente ¿Qué puedes hacer contra ellos? Nada. Vives contextos irreales, que te hacen sufrir, pero no puedes luchar contra ellos, son inexistentes pero los vives contra ti mismo. Aunque maldigas al lucero del alba. Solo te queda una solución: esperar al final. Si allí persisten, es que alguien quiere o ha querido joderte, siempre.

En tiempos del nazionalcatolicismo, las frustraciones amorosas se solucionaban metiéndose a monja, cura o fraile. Mi pueblo fue un lugar de curas y monjas. Ya in illo témpore se cantaba una canción que decía: "comeremos tristes y amargados/ comeremos triste y sin amor/ comeremos tristes y amargados porque la chica de al lado, dijo que no". Eine grossen putaden. Maldita sea. Odio por el día, lo contrario por la noche. Y no tiene solución, pues los sueños, sueños son. Aunque nos machaquen.

 Las Pinturas Negras de Goya |

 Una historia de amor en Madrid

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